martes, noviembre 13, 2012

La calma de no saber odiarte

Algo duele de verte simplemente estar.
Algo intenso se mueve al ver tus ojos ver la nada.
Algo has revivido en mí; un algo que, simplemente, no sé matar.

Y ahí sentado, ausente de todo lo que haces trotar en mi mente,
Ahí sentado te quedas, esperando que vuelva tu mujer.

No hay comentarios.:

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...