viernes, septiembre 12, 2014

Y así es.

El ayer yace en un lago de su propia sangre, el ahora come desesperado sus vísceras; nunca alguien más hambriento. Cesos de un rosa delicado decoran los muebles.

El mañana entra, escopeta en mano.

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Así

Tengo sueño, de ese sueño que es más bien estar aburrida de no verte.