Quisiera poder explicar,
pero para ello debo ir mucho tiempo atrás.
Empieza temprano, pequeña,
cuando supe que casi todo era genial.
pero para ello debo ir mucho tiempo atrás.
Empieza temprano, pequeña,
cuando supe que casi todo era genial.
Las hojas atravesadas por sol,
los mangos, las ciruelas (amarillas).
La lluvia bajando por mi cuello,
el viento rodeando mis brazos.
De día, el calor acumulado en mi cabello;
de noche, el frío atrapando mis pies.
El olor del mar,
la textura de la arena,
el cemento caliente,
el sabor de la alberca.
El delineado de mis labios,
el grosor de mi cabello,
los poros de mi piel,
sus ojos.
Quisiera explicar
cómo empecé a desear.
Pero casi nací deseando.
A veces deseando silencio,
a veces deseando sentir,
a veces deseando ser absorbida por las sombras.
Deseaba vivir todo:
cada sentimiento,
cada dolor,
cada carcajada disponible.
Probar todas las frutas,
ir a todas las playas,
raspar cada parte de mi cuerpo,
golpearme, sonreír.
Caerme, rodar en pasto,
dormir en el piso.
Sangrar, soñar,
ser cargada, ser acurrucada,
sentir fuego en mi piel,
agua en mis pulmones.
Vivir.
Quisiera poder explicar,
pero para ello debo ir mucho tiempo atrás.
pero para ello debo ir mucho tiempo atrás.