lunes, diciembre 08, 2008

Querido Santa:

Tráeme muchas mañanas de café y muffins,
noches de jamón serrano, cheddar y espresso
tardes lentas y coquetas de sol y pensamientos.
Tráeme suficientes palabras como para formar un libro,
y la pericia necesaria para saberlas acomodar en su lugar.

Tráeme tiempo y paciencia,
la habilidad para ser práctica,
y cupones que me liberen de llorar.
Tráeme la fuerza, que siento, me falta.

Por favor.

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