jueves, julio 02, 2009

Eres, casualmente, mío.

Eres la voz, detrás de mi oído, besando mi cuello.
Eres el silencio, entre las palabritas de amor, que genera escalofríos.
Eres las caricias, que suben por las piernas, removiendo el vestido.
Eres la temperatura, húmeda y constante, que invade mi torso...

Eres el tiempo, la paciencia y la lujuria.
Eres el amor, el calor y la ternura.
Eres salvajes noches y perfectos días.
Eres callados momentitos de deseo...

Eres todo, menos lo malo.

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