Un día de extraña soledad se me ha pasado por las manos,
Y no sé si la soledad era señal de algo,
Si en esas horas debía aprender alguna cosa.
Un día de extraña soledad seguido de días cansados,
Y no sé si había pistas, y no sé si había lecciones.
Estaba yo y todos esos sentimientos acumulados,
Y se me fueron de las manos.
2 comentarios:
Estimada Amaranta:
un gusto es leer tus escritos, desde hace mucho...
sin querer me encontré un día con el postergado blog de tu madre, y me gustó mucho la manera que tenía de relatar su vida junto a una mujer de edad avanzada...
de ese blog pasé al tuyo y los varios que enuncias, y me parecen geniales... he pasado etapas importantes de mi vida, leyendo la tuya y hoy es un buen día para confesar mi admiración por tus fotos...
Espero tu corazoncito esté mucho mejor pero tu, eres una mujer muy valiente.
Sigue adelante y no te preocupes… que me limito a leer y aprender.
Cintia (Chile)
Muchas, muchas, muchas, y en serio, muchas gracias. Tu comentario ha llegado en un día en el cual necesitaba algún apapacho y me ha alegrado como no tienes idea.
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