Lo esponjoso duele,
porque te muestra
lo sencillo que es.
porque te muestra
lo sencillo que es.
Porque acusa a los fragmentos
que insisten en seguir filosos,
esos que niegan
que pueda haber otras maneras.
Y lo esponjoso ahí,
suave, delicado,
potente, constante,
explotando todo
lo que quedaba del pasado.