sábado, diciembre 13, 2025

6:40

No habíamos despertado por completo
y ya habíamos afrontado
sangre en la nariz,
un poco de mierda de gato en un pie
y dudas sobre groserías.

“¿Por qué hijo de tu madre es una grosería,
si hijo de tu madre es algo… normal?”
me preguntó mientras le lavaba el pie
con jabón y ternura.

Le expliqué con calma sobre la palabra que faltaba.
Luego me enseñó los personajes que ha estado creando:
personitas de puro músculo,
otras de puro hueso.
Me explicó poderes y nombres.

Y pensé que,
tal vez,
era momento de preparar
un poco de café.