Quieres que tu corazón entienda,
que descanse.
El amor no llegará.
que descanse.
El amor no llegará.
Pero, como un perro, espera:
atento,
pendiente de la puerta.
Quieres que tu corazón deje de dar tristeza;
que se eche en algún lado
y, por fin, duerma.
Pero no hay manera.
No entiende.
Sigue pendiente,
cansado,
aferrado.