sábado, febrero 12, 2011

Por ya no tener 16 años.

Sé que gritar por ver un ratón de nada sirve; dejo al ratón seguir su camino.
Entiendo que la araña, por más grande que sea, no saltará específicamente a mi cara, no me morderá; dejo  a la araña seguir su camino.

Necesito café para despertar, té para dormir.
Conozco bien el límite de picante que mi estómago aguantará, uno que otro día me permito sobrepasarlo.
No temo viajar sola, más bien temo  estancarme en un mismo lugar.
Como lo que me sirvan, doy gracias en silencio por tener alimentos.
Pienso en ahorrar dinero, pienso en como mejor gastar ese dinero una vez que lo haya ahorrado.
Me despierto temprano a terminar de leer libros, gasto mis sábados adelantando trabajo
y me acuesto siempre con pijama (o, en su defecto, desnuda), las noches de dormir con la ropa del día se quedaron atrás.

Esto es ser adulto, por lo menos esto es lo que yo conozco como ser adulto.
Me hace, estúpidamente, feliz.

No hay comentarios.:

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...