miércoles, febrero 16, 2011

Sobre dolores.

Duele y duele mucho. Saber que por tantas mañanas te abracé y ahora te niegas a pronunciar mi nombre.
A veces duele tanto que deseo nunca más abrazar a un hombre. Espero que mi alma se deshidrate por completo y deje de cuestionarse sobre tantas pendejadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pronunciar un nombre también duele mucho; tanto, que yo llevo quince años sin atreverme. Pero tú no seas como yo; la deshidratación cala algo parecido.

Amapanther dijo...

Tengo tanto sueño que no imaginaba que alguien pudiera estar leyendo. Gracias. Pronuncia ese nombre hasta que deje de doler. Besos.

Así

Tengo sueño, de ese sueño que es más bien estar aburrida de no verte.