Alguna vez me dijiste que no querías estar.
No aquí, no a mi lado.
No aquí, no a mi lado.
La explicación fue sencilla,
no te interesaba vivir con una mujer sin intereses ni amigos.
Y me di cuenta,
de lo poco que me veías cuando caminaba frente a ti.
Me rompió el corazón; no que te fueras,
que te fueras sonaba lógico y sano.
Me rompió el corazón no saber cuánto tiempo me pensaste así.
Tengo intereses, tantos que sería absurdo nombrarlos.
Tengo amigos, por todos lados.
Algunos más amigos que otros, algunos callados, otros ansiosos,
algunos más queriendo ser amantes, algunos más como hermanos,
unos que sí, admito, tal vez solo viven en el recuerdo.
Y no los registraste. A ninguno.
Me tomaste una fotografía alguna vez,
Mujer aburrida, la nombraste.
Y con ella vivías, sufriendo cada día,
aguantando su charla, su risa, su mirada.
Hasta que un día, por fin,
me dejaste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario