Bulletproof,
no soy.
no soy.
Siempre carnosa
y soft,
lista para dejar entrar la bala.
y soft,
lista para dejar entrar la bala.
Penetrable, pues;
con órganos vitales,
huesos
y grasa.
y no deseo cambiar.
Me gusta que la alegría se sienta,
que las cosas buenas se conviertan
en gritos,
mejillas rojas,
sudor.
Recuerdos.
y que todo lo demás,
también tenga su lugar.
Si te dejo entrar
por mi pecho,
a la mitad de mi torso,
sé que me puedes lastimar.
Pero bulletproof
no soy.
Me gusta dejarte pasar,
sentir tu invasión
y observarla;
ver si se infecta,
o si la puedo disfrutar.